jueves, 26 de agosto de 2010

El botellón y sus consecuencias

Últimamente está muy de moda hacer botellón en el parque municipal los sábados por la noche. El mismo parque que los niños utilizan durante el día para jugar se convierte en un peligroso lugar, lleno de botellas, cristales rotos, vómitos y todo tipo de suciedad al día siguiente.

Habría que plantearse qué es lo que falla aquí y si es éste el uso que queremos para nuestros parques públicos.

Se estrena la nueva fuente del parque

Esta mañana se ha puesto en funcionamiento la nueva fuente del parque municipal.

Aunque para gustos, colores, hay que destacar el buen trabajo realizado para la integración de las dos partes del parque, la antigua y la correspondiente al solar de la piscina, dada la diferencia de nivel existente entre ambas, ésta apenas se nota y se ha resuelto de forma satisfactoria.

Esperemos que las nuevas instalaciones, que tanto dinero nos cuestan a todos, sean respetadas y cuidadas como se merecen, para el buen aprovechamiento y disfrute de los madriguereños.

Limpieza de Parcelas

Por fin se ha llevado a cabo la tan esperada limpieza de parcelas y solares que tanto se ha estado reclamando. El mal estado de conservación que tenían suponía un peligro real para los vecinos de la zona.

Esperemos que esta limpieza se realice tanto por el Ayuntamiento como por los propietarios al menos antes de cada verano para evitar estos riesgos que conlleva la suciedad añadida a las altas temperaturas del verano.

Badenes de la discordia

Después de muchos años de sufrir los polémicos badenes del camino de San Jorge, han sido demolidos. Desde el primer día, hubo quejas sobre la idoneidad de semejante aberración urbanística que se llevó a cabo sin el más mínimo criterio y con unas dimensiones que insultaban al sentido común más elemental cuanto ni más, a la normativa vigente en materia de badenes y bandas sonoras.

Esto es una prueba más de que las cosas que mal empiezan, mal terminan, porque al coste (que acabamos pagando todos) de hacerlos hay que sumar el de demolerlos y el de volverlos a hacer de acuerdo a la normativa vigente. En cualquier caso, más vale tarde que nunca.